Es el primer año que el pueblo tiene equipo federado. La gente que juega está entre los 18 y los 27 años aproximadamente. Su equipación es blanca. Os podéis imaginar que aquí el campo es de césped césped y al parecer son los propios jugadores quienes se ocupan de su mantenimiento junto con otra persona encargada.
Todas las gradas y la parte de detrás de la portería estaba llenísima de gente. Me habían avisado que iba todo el mundo, pero nunca pensé que fuera literal. Además los otros equipos siempre traen también un buen puñado de gente así que el ambiente no puede ser mejor.
Eso sí, de nuevo, aunque me habían dicho que se animaba mucho al equipo y todo eso, nada que ver con los partidos de equipos federados en Madrid, donde he visto auténticas broncas entre los padres de los jugadores, 4345 gritos al árbitro por minuto, gritos, celebraciones como si fuera la Champions, etc. Aquí nada de eso. Los goles se cantaron suavemente, al árbitro no se le discutía ninguna opinión, daba la sensación que la gente estaba a su bola con el partido de fondo.
Lo bueno de estos eventos es que varias familias aprovechan para hacer venta ambulante y poder sacarse así un dinerillo. Aquí los de al lado mío mientras las madres iban preparando todo los hijos iban vendiendolo por las gradas.
Estuvimos todo el día sin electricidad. Pero como había planes nadie tenía intención de estar por casa. Estuvo muy entretenido y ganamos 3-1. Todo el mundo contento. Ojalá fuera tanta gente también a las asambleas generales, pero eso no interesa igual.
Salud.
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