San José Las Flores
martes, 11 de noviembre de 2014
La Playa
Al fin conocí la playa. Una ONG involucrada con el tema de la minería organizó un viaje en el que iba todo aquél que había participado en el proceso y además traían a gente de otro municipio que va a realizar la misma consulta para así tomar ideas y opiniones para intentar repetir el éxito que tuvo la consulta en el nuestro. Como alguno no pudo ir, me invitaron a ir y qué mejor que un día después de una buena marcha por los cerros un día en la playa de relax.
Quedamos a las 5:30 A.M. del domingo. Poca gente. Me llama la atención qeu parece que vamos a la alta montaña. La gente abrigada y hasta con gorros. Al final salimos, y a mitad de camino paramos a comer pupusas. Más de 100 personas. "Mamí, mira, un gringo pelón" oimos decir a un niño que salía de la pupusería con más fama (que es la que os digo que siempre se para uno). Hast a los loros les encantan las pupusas.
Reanimamos la ruta y un rato después, de repente, no sé de dónde, sale un vendedor ambulante. Os juro que el autobús no paró. Pero viven de eso, son capaces de subirse en marcha, con poco que reduzca el conductor y le abran la puerta. Superhéroes.
Y por fin la playa! A las 10:30 llegamos. 5 horas depués de la hora a la que habíamos quedado. La arena era oscura y pegaba el sol que no os lo podéis imaginar.
Teníamos reservado un pequeño 'chiringuito' para realizar las actividades de la minería. Hubo una charla del alcalde y después había que contestar formularios y hacer grupos de trabajo.
Aquí el concepto de playa es bastante diferente a lo que estoy acostumbrado. Como hace tantísimo calor en toda la playa hay estos chiringuitos o ranchos que es donde la gente está todo el tiempo. Me llamó la atención al subirme al autobús que pocos iban vestidos para ir a la playa. Como había amanecido fresco se habían abrigado bastante pero luego es que la mayoría no llevan intención de bañarse.
El mar aquí es muy peligroso. La arena hace bastante pendiente con lo cual te metes a la altura de los tobillos y llega una ola que te cubre entero. Tira mucho para dentro y las olas son bastante grandes así que lo del baño es una tarea bastante complicada. Y hay que asegurarse de atarse bien el traje de baño, que de verdad que vuelan.
Y como en cada excursión siempre está el grupete cervecero con el que felizmente estuve compartiendo el día. Fue una pena no quedarnos hasta el anochecer pero teníamos un largo viaje de vuelta y la gente prefería no llegar demasiado tarde. En cualquier caso fue una suerte haber podido conocer una de las playas de aquí.
Salud.
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