Lo de los atascos se ha cumplido, aquí apenas utilizo el coche, sólo cuando bajo a Chalate y allí no hay problemas; otra cosa es cuando voy a San Salvador pero eso ya es gran ciudad.
El ruido, desde el primer día me di cuenta que durante el día había mejorado mucho. Pero durante la noche... Entre los gallos, perros, buses que pasan a primera hora... Lo que más me molestaba eran las campanas de la iglesia a las 4, 4:30 y 5:00 de la mañana de los sábados. Llegó un punto en el que empecé a hacer campaña para detener esa broma de mal gusto. En mis clases de informática, de inglés, en mis charlas, siempre preguntaba que quién estaba detrás de aquel castigo; tras explicarme que era un grupo de gente que rezaba les dije que yo les regalaba despertador si hacía falta, pero que por Dios, y nunca mejor dicho, dejaran de despertarme a esas horas. Se logró. Llevamos 3 semanas sin campanadas. Ahora ya podría irme tranquilo, en algo está mejor que cuando vine.
Las obras. Qué maravilla vivir sin obras cerca de casa. Pues eso acaba de cambiar. Han empezado las obras para cambiar el aspecto del parque. Aquí el parca se le llama a la plaza del pueblo. Concretamente van a reasfaltar la cancha que estaba fatal, además de cambiar otras partes que antes estaban empedradas.
Como en toda obra que suceda en el mundo, es un espectáculo que hace las delicias del espectador.
La verdad que a diferencia de las obras que suelo vivir, aquí hace ilusión; además sólo van a durar un mes y medio aprox. Lo único malo es que al quitar las piedras y remover todo muchos miembros de las fuerzas del mal han salido de sus guaridas para comernos. Han salido varios estos días y os pongo las fotos del más grande, que como podéis ver es casi del tamaño de todo mi empeine.
Salud.
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