Ya os hablé de la que se arma en los jaripeos. Es una especie de "todo vale". Hay rodeos con estos toros gigantes con joroba. Cualquiera del público puede subir a intentarlo y si consigues aguantar encima más de 8 segundos te dan 100 dólares. Pocos son los que se atreven y los que lo hacen se llevan unos guantazos de regalo, pero nunca el dinero.
No hay apenas medidas de seguridad. Para los artistas digo. Así que a veces en las actuaciones musicales hay espontáneos (siempre bebidos) que salen a bailar con el artista de turno, o a insinuarse si es una cantante. En muchos casos les dejan participar de la canción con resultados de lo más catastrófico y a la vez gracioso.
De hecho, hasta los vendedores ambulantes la mayoría son del pueblo, incluso me dejaban prepararme los chorizos a mi gusto. (Por cierto, unos chorizos que creo que traen de Argentina, que pican y están buenísimos).
Lo que más me sorprendió fue ver al alcalde dándolo todo en el escenario. Aunque no se aprecia en la foto tiene una prótesis en una pierna (la perdió combatiendo durante la guerra). Se marcaba unos bailes bastante complicados que unido a su estado de ebriedad nos tenía a todos expectantes para ver la caída que nunca se llegó a producir.
Salud.
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