Había muchísimos carteles por todo el pueblo. Pero si el otro partido ponía un cartel este se quitaba bien rápido. Aquí no se andan con tonterías.
Pero es así en todos lados e incluso en San Salvador algún día que he ido podías ver a gente que simplemente estaba a los lados de la calle agitando las banderas. Por todos lados carteles enormes y banderas agitándose por todos lados.
Como siempre Don Felipe hizo un uso muy diferente del dinero de campaña de lo que se espera de un político y lo donó a un muro que se está construyendo para evitar que la iglesia se derrumbe. De hecho no le gusta nada que se impriman carteles y se cuelguen con su cara (para hacer esa foto tuvo que enfrentarse al fotógrafo porque se negaba a que le maquillaran).
Para esta jornada electoral había tres papeletas: una para el municipio, otra para el departamento y otra para en Consejo Centroamericano. La que más importaba era la del municipio. Además reinaba un caos absoluto pues era la primera vez que había listas abiertas (con lo cual podías elegir los diferentes candidatos individualmente incluso hacerlo de forma cruzada a aspirantes de distintos partidos o simplemente al partido) y además se había aprobado la nueva ley electoral en la que se permitían consejos mixtos. Es decir, antes, el partido que tuviera más votos tenía todos los concejales y ahora se iban a repartir los concejales según los votos, igual que en España.
Se decretan tres días de ley seca a nivel nacional. Se aplican el día de las elecciones, el anterior y el posterior. Así que la noche anterior me fui a las montañas a dormir allí donde la ley no pudiera alcanzarme (pero eso ya lo contaré en otro post). Al volver al pueblo el domingo por la mañana ya había mucha gente ejerciendo su derecho a voto.
Antes las votaciones se hacían en la propia plaza del pueblo y el ambiente era bastante bonito por lo que me han contado. Pero ahora se tiene que hacer por ley en colegios electorales así que se utilizó el instituto.
Me metí a ver qué tal el ambiente. Había algún medio de comunicación y mucha gente entre voluntarios, seguridad, vigilantes de los distintos partidos, etcétera. Se puede decir que el ambiente parecido a las elecciones que puede haber en España, pero había un par de diferencias reseñables. Aquí te daban un refrigerio por participar (sandía, bollos y café). Además a la salida te podías encontrar cualquier cosa.
Como sólo se votaba en el centro del pueblo, que es la cabecera municipal, había coches continuamente haciendo viajes a los pueblecitos (cantones y caseríos) del municipio para traerles a votar.
Se cerró la votación a las 5 de la tarde. Se estimaba que iba a ser mucho caos hacer el recuento de todo por la complejidad de las papeletas y el nuevo sistema de votación. Así que la gente aguardó impaciente. Íbamos escuchando radio pero lamentablemente no había ninguna noticia fiable. Según la emisora que escucharas decían que se notaban tendencias hacia un lado o hacia otro.
Habían votado en total unas 920 personas, lo cual es muchísimo teniendo en cuenta que la gente que tiene el derecho es en torno a 1.050 y que varios viven fuera, principalmente en EEUU. Calló la noche y todo el pueblo se iba acercando a ver si se podían empezar a escuchar resultados. La gente de dentro nos iban diciendo cuántos votos iban saliendo en las mesas.
Pregunté cuantos votos necesitaba el otro partido para conseguir meter el concejal. Habían estimado que algo más de 100, pero les dije que teniendo ya el número exacto de votantes se podría calcular de manera exacta. Entonces me pasaron las leyes electorales. Fue lo peor que pudieron hacer, o lo mejor. Me lo leí y no entendí nada. No estaba muy claro pero a medida que releía y releía iba haciendo mis cálculos. Entonces les espliqué lo que yo entendía, y según mi razonamiento podrían conseguir meter al concejal con cerca de 70 votos. (Es un razonamiento largo que no voy a contar aquí). Todos estaban deprimidos dando por hecho que por primera vez iba a haber un concejal no afin a su partido. Me preguntaban que si funcionaban en España los consejos plurales y yo les decía que siempre iban a tener la mayoría absoluta, así que no era el fin del mundo, porque iban a poder seguir cumpliendo con su programa y gestión.
Las horas iban pasando y estaban todos deprimidísimos, dando por hecho que mi razonamiento era válido y que lo perdían. Las horas iban pasando y no fue hasta la 1 de la mañana que dieron el recuento. El otro partido había conseguido algo más de 90 votos. Pero acto seguido dijeron que NO entraban en el consejo, pues no eran votos suficientes. Vamos, que no sé nada de leyes, y que muchas veces es mejor estar callado. Lo bueno es que la alegría fue inmensa.
Todos gritaban como locos y corrieron a por petardos y cohetes. Creo que los tenían para las fiestas patronales que son dentro de poco, pero la ocasión era de mucha más alegría.
Se quedaron todos en la puerta celebrándolo, dándose la enhorabuena y también esperaron a que salieran los del otro partido para dedicarles un buen abucheo.
En cualquier caso, la jornada transcurrió con normalidad y no pasó lo que ha pasado en otros lados como Apopa:
Lo gracioso es que además todos los sistemas han ido fallando y a día de hoy no han dado los resultados oficiales. Os podéis imaginar el cachondeo y los memes que circulan por las redes sociales.
Fue una gran experiencia vivir una jornada electoral tan intensa. Se vive mucho más que en España (al menos por mi parte) y me parecen desorbitados los gastos de campaña y de elecciones en un país con tantas necesidades. Pero ya se sabe, todo es política.
Salud.
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