Hacía tiempo que no escribía, pero es que también hay que tomarse unas pequeñas vacaciones de ésto para retomarlo con más ganas. Además, estoy estos días trabajando muchas horas al día delante del ordenador, con lo cual cuando llega la noche, de lo que menos me apetece hacer es seguir con él.
Os voy a contar como he pasado aquí las fiestas. Empiezo por el día de Nochebuena. Aquí es festivo así que ya para comer tenía plan para comer en casa de unos amigos. Preparamos sopa de pollo. Y me pareció especialmente cruel cocerlo delante de las gallinas...
Estaba buenísimo todo y nos quedamos bastante rato de charleta y tomando alguna cerveza. Después cada uno a su casa a reposar un poco. La misa era a las 6 de la tarde y después de la misma se invitaba a todas las personas mayores de 60 años a cenar. Habían montado un comedor dentro del centro cultural. Vinieron tantos que sobrepasaron las espectativas. El menú fue de pollo, arroz, ensalada y de postre quesadilla que es típico de aquí; es una especie de bizcocho con sabor a queso.
Se contrató a un grupo de música que es de un pueblo cercano. Muy auténtico, con sus instrumentos desgastados. Cantaban y tocaban muy bien y creo que todos disfrutaron. No pude tomar muchas fotos del evento porque estuve muy ocupado ayudando a servir y recoger todo. Además se habían organizado rifas y después a cada uno se les dio un regalo que era algo así como un recipiente para la cocina.
Después estuve en casa de las hermanas hablando un buen rato con mi tía. Había también baile en la cancha. Ponen música para que la gente se anime pero la verdad es que fueron muy muy pocos los que se animaron. Después me fui a casa de otro amigo a seguir de parranda hasta tarde y fue bastante divertido ya que uno trajo la guitarra y estuvimos cantando y riendo.
Sin duda una Nochebuena diferente a lo que estoy acostumbrado. No se puede evitar echar de menos a la familia pero a la vez estuve muy a gusto y me lo pasé genial.
Salud.
San José Las Flores
martes, 30 de diciembre de 2014
domingo, 21 de diciembre de 2014
El Turicentro en Temporada Alta
Es más complicado escribir tan seguido en vacaciones. Entre que bajo de vez en cuando a las fiestas de Chalate y tengo cenas y demás pues se me va pasando el tiempo. Hoy quería hablaros, otra vez, del turicentro.
Ahora aquí es temporada alta. Todo el mundo tiene vacaciones por lo que aprovechan para viajar y poco a poco el turicentro va ganando afluencia de gente. Me dicen que cada año va viniendo más gente nueva. Además ahora quiero hacerle también publicidad por internet (podéis ver su página aquí: www.turicentroriosumpul.com ) . Para aprovechar bien la temporada meten a una máquina a trabajar y hacer así una playa bastante grande. Además amontonan muchas piedras para crear una poza en la que la gente se pueda bañar sin ningún riesgo. Como podéis ver el resultado es buenísimo y es una maravilla pasar allí el día.
Salud.
Ahora aquí es temporada alta. Todo el mundo tiene vacaciones por lo que aprovechan para viajar y poco a poco el turicentro va ganando afluencia de gente. Me dicen que cada año va viniendo más gente nueva. Además ahora quiero hacerle también publicidad por internet (podéis ver su página aquí: www.turicentroriosumpul.com ) . Para aprovechar bien la temporada meten a una máquina a trabajar y hacer así una playa bastante grande. Además amontonan muchas piedras para crear una poza en la que la gente se pueda bañar sin ningún riesgo. Como podéis ver el resultado es buenísimo y es una maravilla pasar allí el día.
Salud.
jueves, 18 de diciembre de 2014
Fiestas de Navidad en Chalate
En estas semanas todo está con ambiente de vacaciones y me avisaron que si no paraba las clases lo más seguro es que no viniera nadie. Durante dos semanas estaré descansando (aunque aprovecharé para hacer la web y un cuaderno con ejercicios de inglés). Esta semana que eran las últimas clases les he puesto una película en inglés, y en informática unos videos motivacionales de gente que ha triunfado en internet de la nada con poquísimo conocimiento. No quería ponerme a dar cosas nuevas como un loco porque ya se nota demasiado el ambiente vacacional.
Después surgió ir a la ciudad. Está de fiestas hasta fin de año. Y las fiestas son bastante parecidas a las de España. En una de las calles principales del centro de Chalate, se ponía en un extremo la Disco Móvil.
Y en el otro extremo de la calle la música en directo. Se van turnando y suenan una hora aprox cada uno. Pero empieza hacia las 9 de la noche y termina en torno a las 5 de la mañana.
Según los grupos que vayan va más o menos gente. Al parecer el martes estuvo hasta arriba. A mí me apetecía ir el miércoles porque iba una banda que en teoría era de Rock. Pero me mintieron, tenían menos de Rock que yo de runner. Aún así siempre me entretiene escuchar música en directo, y al menos el guitarrista era decente.
Según las bandas que vayan se llena más o menos y ya me han avisado que las que espera todo el mundo son las que tocan el sábado y el lunes. Así que allí estaremos!
Salud.
Después surgió ir a la ciudad. Está de fiestas hasta fin de año. Y las fiestas son bastante parecidas a las de España. En una de las calles principales del centro de Chalate, se ponía en un extremo la Disco Móvil.
Y en el otro extremo de la calle la música en directo. Se van turnando y suenan una hora aprox cada uno. Pero empieza hacia las 9 de la noche y termina en torno a las 5 de la mañana.
Según los grupos que vayan va más o menos gente. Al parecer el martes estuvo hasta arriba. A mí me apetecía ir el miércoles porque iba una banda que en teoría era de Rock. Pero me mintieron, tenían menos de Rock que yo de runner. Aún así siempre me entretiene escuchar música en directo, y al menos el guitarrista era decente.
Según las bandas que vayan se llena más o menos y ya me han avisado que las que espera todo el mundo son las que tocan el sábado y el lunes. Así que allí estaremos!
Salud.
martes, 16 de diciembre de 2014
Sin Electricidad
Hoy no ha habido electricidad en todo el día. Normalmente la corriente aquí es bastante estable y tiene como fuente la energía hidráulica de la presa llamada 5 de Noviembre que es bastante cercana. En la época de tormentas es otra cosa, porque no es raro que algún palo de los que llevan los cables de corriente caiga y haya cortes temporales.
Esta mañana, en cuanto han pasado los camiones de la compañía eléctrica llenos de trabajadores ya han hecho presagiar que el corte se produciría pronto. Ha sido desde las 10 de la mañana hasta las 18:30 apróx. Salvo por los empleados de la alcaldía que están con el ordenador delante, tampoco cambia mucho la actividad de la gente. Las tiendas están abiertas y las cocinas funcionan con fuego o gas.
No me ha venido muy bien porque estoy dedicando todos los días un tiempo a la promoción del turismo y para ello necesito internet. Pero al menos he aprovechado para hacer la colada y limpieza general. Lo malo ha sido en la clase de inglés de por la tarde. Aquí se hace de noche a las 17:30 apróx. Así que hemos empezado pero a los 20 minutos ya lo hemos dejado porque apenas se podía ver nada.
Después estaba todo el mundo en la calle, y cuando ha vuelto la luz ha habido un aplauso general en el pueblo. Coincidiendo con la hora de cenar para no tener que comer a oscuras. En ese tiempo por supuesto uno de los temas de conversación era cuando no tenían electricidad, que hacía bastante poco. Al parecer tenían un generador con el que tenían cerca de 3h diarias de corriente, pero no fue hasta el 96 que tuvieron electricidad 24h.
Salud.
Esta mañana, en cuanto han pasado los camiones de la compañía eléctrica llenos de trabajadores ya han hecho presagiar que el corte se produciría pronto. Ha sido desde las 10 de la mañana hasta las 18:30 apróx. Salvo por los empleados de la alcaldía que están con el ordenador delante, tampoco cambia mucho la actividad de la gente. Las tiendas están abiertas y las cocinas funcionan con fuego o gas.
No me ha venido muy bien porque estoy dedicando todos los días un tiempo a la promoción del turismo y para ello necesito internet. Pero al menos he aprovechado para hacer la colada y limpieza general. Lo malo ha sido en la clase de inglés de por la tarde. Aquí se hace de noche a las 17:30 apróx. Así que hemos empezado pero a los 20 minutos ya lo hemos dejado porque apenas se podía ver nada.
Después estaba todo el mundo en la calle, y cuando ha vuelto la luz ha habido un aplauso general en el pueblo. Coincidiendo con la hora de cenar para no tener que comer a oscuras. En ese tiempo por supuesto uno de los temas de conversación era cuando no tenían electricidad, que hacía bastante poco. Al parecer tenían un generador con el que tenían cerca de 3h diarias de corriente, pero no fue hasta el 96 que tuvieron electricidad 24h.
Salud.
lunes, 15 de diciembre de 2014
Cerro de la Bola
Hacía tiempo que quería subir al Cerro de la Bola, porque es el más alto de la zona y está muy cerca. El sábado fue el día elegido. Salimos a las 6:30 de la mañana para aprovechar el fresco. En un principio habíamos quedado a las 7 pero a las 5:40 mi vecino, que también venía, me despertó, que mejor a las 6:30.
Aunque en esta foto no lo parezca, el cerro de la bola es el de la izquierda, ese pequeño pico, que en realidad es más alto que el de la derecha.
De nuevo íbamos 3. Juancho, el exmilitar que también vino a la caminata de la Laguna y Lencho, mi vecino, que es exguerrillero. Como siempre digo, el pueblo está ya de por sí tan alto que en cuanto empiezas a subir un poquito ya estás disfrutando del paisaje increíble.
El sendero estaba bastante bien. Está bien hecho porque pese a que es una pendiente alta el sendero va haciendo zig-zag y en ningún momento notas la pendiente pronunciada. Está bien marcado salvo una parte que hay demasiada maleza. Eso sí, como mis guías iban con espíritu aventurero a veces dejábamos el camino para acortar e ir campo a través. Ya casi arriba, fijaos las vistas desde arriba hacia el pueblo:
Habíamos llevado para desayunar frijoles fritos, cuajada y tortillas. Éramos 3 y los 3 perros, pues habíamos llevado unas 30 tortillas (de maíz). La cuajada la hacen en el pueblo y está muy rica. Paramos en una sombra para comer antes de encarar el último tramo de subida.
Ya casi llegando a La Bola, en el cerro anterior, en lo alto hay esta esplanada que es perfecta para acampar y también se puede hacer fuego sin peligro.
Luego ya sólo faltaba encarar el ultimísimo trozo para subir a la Bola:
Y disfrutar de unas vistas increíbles.
Habíamos llevado también una escopeta de perdigones por si nos econtrábamos con algún armadillo para poder echarlo a la sopa. Al final no nos encontramos ninguno pero nos sirvió para tener mejores vistas con la mirilla y también para jugar un poco.
Lencho me estuvo contando que él había combatido en estos cerros que se veían a lo lejos:
Aquí podéis ver la herida de bala que tiene Lencho en el brazo. No fue la única secuela que le dejó la guerra. Le alcanzó un trozo de metralla que le perforó el craneo. Estuvo un año entero en coma. Pudo sobrevivir y ahora de vez en cuando tiene fuertes dolores de cabeza.
Juancho sí había combatido en estos mismos cerros. Así que me estuvo contando un montón de historias. "Aquí íbamos subiendo y nos disparaban y no teníamos a dónde ir, así que disparábamos un poco de vuelta mientras corríamos ladera arriba". Me hablaba de como avanzaban, de dónde murió gente, dónde pedían refuerzos, dónde colocaban las metralletas, etc.
Aunque hacía mucho tiempo que no subía aquí se acordaba de que utilizó este árbol para refugiarse y disparar utilizando sus raízes tan grandes para protegerse. Se pueden ver aún restos de latas que utilizaron para comer durante la guerra.
Aunque yo pensaba que la idea era subir, pasar un poco el día y volver, estaba bastante equivocado. De nuevo como los guías querían rememorar aventuras ahora el objetivo era encontrar agua para hacer una buena sopa. Juancho había matado otro gallo esa mañana de su casa y lo llevaba en la mochila junto con una olla. Además llevábamos pimientos, cebolla, zanahorias, patatas, arroz, fideos y güisquil. Cualquiera diría que éramos sólo 3.
Estuvimos un buen rato buscando entre los riachuelos que ya estaban todos secos hasta que por fin encontramos un chorro diminuto, pero dijeron que eso en épocas de guerra era como encontrar oro. Hicieron un pozo improvisado y conseguimos llenar la garrafa para hacer la sopa, pero con bastante paciencia. El agua salía un poco embarrada, pero se filtraba con un paño y listo.
Recogimos un poco de leña e hicimos fuego en el camino. Utilizamos unas piedras para colocar la olla.
Mientras se hacía la sopa estuvimos entretenidos disparando a blancos en los árboles cercanos. He de decir que mi puntería no tenía nada que envidiar a la de mis compañeros, de hecho se quedaron bastante impresionados con algún disparo.
Allí donde hay agua van los ánimales de la zona. Y así nos visitaron esta madre e hijo:
Parecía imposible acabarse la sopa. Pero cuando gastas tanta energía comes como si no hubiera un mañana. Estaba riquísima, como toda la comida que se prepara y come en el campo. Además, lo poquito que sobró se lo dimos a los perros para que comieran algo más que los huesos.
Volvimos a subir arriba (porque habíamos ido bajando por el otro lado de la colina) y disfrutamos de las vistas más por la tarde, que creo que las fotos salen mejor por la posición del sol.
También nos íbamos encontrando más restos de la guerra. Antes enseñé las latas pero también puedes encontrar restos de metralla y casquillos de bala.
La caminata no defraudó nada. Como siempre digo, las posibilidades turísticas de este sito es increíble y caminatas como ésta deberían ser muy demandadas si se dieran a conocer correctamente. Además que se puede acampar y está cerca del pueblo. El sendero es bueno y no muy cansado. El valor añadido de hacerlo con personas que han combatido en ese mismo sitio y van contando la historia en primera persona no tiene precio.
Salud.
Aunque en esta foto no lo parezca, el cerro de la bola es el de la izquierda, ese pequeño pico, que en realidad es más alto que el de la derecha.
De nuevo íbamos 3. Juancho, el exmilitar que también vino a la caminata de la Laguna y Lencho, mi vecino, que es exguerrillero. Como siempre digo, el pueblo está ya de por sí tan alto que en cuanto empiezas a subir un poquito ya estás disfrutando del paisaje increíble.
El sendero estaba bastante bien. Está bien hecho porque pese a que es una pendiente alta el sendero va haciendo zig-zag y en ningún momento notas la pendiente pronunciada. Está bien marcado salvo una parte que hay demasiada maleza. Eso sí, como mis guías iban con espíritu aventurero a veces dejábamos el camino para acortar e ir campo a través. Ya casi arriba, fijaos las vistas desde arriba hacia el pueblo:
Habíamos llevado para desayunar frijoles fritos, cuajada y tortillas. Éramos 3 y los 3 perros, pues habíamos llevado unas 30 tortillas (de maíz). La cuajada la hacen en el pueblo y está muy rica. Paramos en una sombra para comer antes de encarar el último tramo de subida.
Ya casi llegando a La Bola, en el cerro anterior, en lo alto hay esta esplanada que es perfecta para acampar y también se puede hacer fuego sin peligro.
Luego ya sólo faltaba encarar el ultimísimo trozo para subir a la Bola:
Y disfrutar de unas vistas increíbles.
Habíamos llevado también una escopeta de perdigones por si nos econtrábamos con algún armadillo para poder echarlo a la sopa. Al final no nos encontramos ninguno pero nos sirvió para tener mejores vistas con la mirilla y también para jugar un poco.
Lencho me estuvo contando que él había combatido en estos cerros que se veían a lo lejos:
Aquí podéis ver la herida de bala que tiene Lencho en el brazo. No fue la única secuela que le dejó la guerra. Le alcanzó un trozo de metralla que le perforó el craneo. Estuvo un año entero en coma. Pudo sobrevivir y ahora de vez en cuando tiene fuertes dolores de cabeza.
Juancho sí había combatido en estos mismos cerros. Así que me estuvo contando un montón de historias. "Aquí íbamos subiendo y nos disparaban y no teníamos a dónde ir, así que disparábamos un poco de vuelta mientras corríamos ladera arriba". Me hablaba de como avanzaban, de dónde murió gente, dónde pedían refuerzos, dónde colocaban las metralletas, etc.
Aunque hacía mucho tiempo que no subía aquí se acordaba de que utilizó este árbol para refugiarse y disparar utilizando sus raízes tan grandes para protegerse. Se pueden ver aún restos de latas que utilizaron para comer durante la guerra.
Aunque yo pensaba que la idea era subir, pasar un poco el día y volver, estaba bastante equivocado. De nuevo como los guías querían rememorar aventuras ahora el objetivo era encontrar agua para hacer una buena sopa. Juancho había matado otro gallo esa mañana de su casa y lo llevaba en la mochila junto con una olla. Además llevábamos pimientos, cebolla, zanahorias, patatas, arroz, fideos y güisquil. Cualquiera diría que éramos sólo 3.
Estuvimos un buen rato buscando entre los riachuelos que ya estaban todos secos hasta que por fin encontramos un chorro diminuto, pero dijeron que eso en épocas de guerra era como encontrar oro. Hicieron un pozo improvisado y conseguimos llenar la garrafa para hacer la sopa, pero con bastante paciencia. El agua salía un poco embarrada, pero se filtraba con un paño y listo.
Recogimos un poco de leña e hicimos fuego en el camino. Utilizamos unas piedras para colocar la olla.
Mientras se hacía la sopa estuvimos entretenidos disparando a blancos en los árboles cercanos. He de decir que mi puntería no tenía nada que envidiar a la de mis compañeros, de hecho se quedaron bastante impresionados con algún disparo.
Allí donde hay agua van los ánimales de la zona. Y así nos visitaron esta madre e hijo:
Parecía imposible acabarse la sopa. Pero cuando gastas tanta energía comes como si no hubiera un mañana. Estaba riquísima, como toda la comida que se prepara y come en el campo. Además, lo poquito que sobró se lo dimos a los perros para que comieran algo más que los huesos.
Otra cosa que a mí me sorprende bastante es la cantidad de buitres. Es una pasada verles volar y pasas tan cerca. Les contaba que hay sitios en España cuyo interés turístico está en ver a los buitres leonados y aquí parece que nadie se para a mirar el majestuoso vuelo de estas aves porque están muy acostumbrados.
Volvimos a subir arriba (porque habíamos ido bajando por el otro lado de la colina) y disfrutamos de las vistas más por la tarde, que creo que las fotos salen mejor por la posición del sol.
También nos íbamos encontrando más restos de la guerra. Antes enseñé las latas pero también puedes encontrar restos de metralla y casquillos de bala.
La caminata no defraudó nada. Como siempre digo, las posibilidades turísticas de este sito es increíble y caminatas como ésta deberían ser muy demandadas si se dieran a conocer correctamente. Además que se puede acampar y está cerca del pueblo. El sendero es bueno y no muy cansado. El valor añadido de hacerlo con personas que han combatido en ese mismo sitio y van contando la historia en primera persona no tiene precio.
Salud.
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